Mujeres y cultura.
Sonsoles Martin-Crespo. Politóloga y especialista en género.
Todas las estructuras sociales se han producido bajo el dominio del patriarcado, y éste se ha servido de todos los instrumentos a su alcance para perpetuarse y constituirse como cimiento de nuestra sociedad y como parte del inconsciente colectivo. Una de estas herramientas es el descrédito continuado hacia la figura de las mujeres a lo largo de la historia.
Según estos parámetros represivos, la base de este menosprecio de género tendría dos componentes básicos: una explicación biológica, que apuntaría a que las mujeres están físicamente peor dotadas que los hombres y una explicación intelectual, donde el rol tradicional de los varones es ser la guía moral y cultural de las mujeres, dada la supuesta superioridad de la inteligencia de los unos con respecto de las otras.
Sería redundante, por tanto, afirmar aquí que la incursión de las mujeres en el mundo del arte y la cultura ha sido delimitado desde el principio de los tiempos, hecho que aun siendo superado parcialmente desde el siglo XIX-XX, sigue notablemente coartado.
Y es que el menosprecio hacia la figura de las mujeres ha sido promocionado de forma substancial desde las propias estructuras culturales. Recordemos fenómenos tales como las primeras afirmaciones filosóficas en la Grecia clásica, el binomio de mujer buena-mujer mala afirmado por la Iglesia católica o los innumerables escritos de los considerados hoy intelectuales constructores de la cultura actual, que atacan de manera inmisericorde a las mujeres y hacen natural su inferioridad frente a los hombres, tanto en su inteligencia como en sus actos, hechos que más adelante comentaremos en este mismo espacio.
Para finalizar esta primera entrada en este blog recuperemos el aliento e intentemos reseñar de ahora en adelante cuáles han sido los avances de las mujeres en la cultura y en el arte, y no tanto los impedimentos que las estructuras patriarcales han establecido para la no inclusión de las mujeres en el mundo de la cultura.
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me ha encantado, todo pura verdad tan difícil de reconocer públicamente por la censura que se de en este tipo de afirmaciones.